Eduardo Liesa (1900) - Les Rambles de Barcelona

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Eduardo Liesa en la que se ve representado las famosas Rambla de Barcelona. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 33x39x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 17x22,5 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado por el pintor en el margen inferior izquierdo, Eduardo Liesa.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco dorado (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro nos transporta a un vibrante mercado de flores al aire libre, situado bajo una avenida arbolada. Los árboles, altos y majestuosos, están comenzando a perder sus hojas, creando un dosel de tonalidades cálidas, doradas y amarillas, que cubren gran parte del cielo visible. La acera, aún húmeda por lo que parece haber sido una ligera llovizna, refleja suavemente las figuras y los puestos del mercado, añadiendo una atmósfera de frescura y tranquilidad a la escena.
A lo largo de la calle, se alinean los puestos de flores, con una amplia variedad de macetas llenas de flores en tonos vibrantes: rojos, naranjas, violetas, blancos y amarillos. Las flores, bien cuidadas y organizadas, añaden una explosión de color al grisáceo entorno urbano. En el puesto más cercano al espectador, las flores se agrupan en macetas de diferentes tamaños, destacando las texturas de los pétalos y hojas, lo que da una sensación de vida y naturaleza exuberante en medio de la ciudad.
En el centro de la escena, las figuras humanas caminan de manera tranquila y relajada. Algunas observan las flores, otras pasean sin prisa, y una madre con su hija de la mano avanza hacia el fondo, donde la niebla difumina los contornos de los edificios y las personas, creando una sensación de profundidad. Las vestimentas de los transeúntes son sobrias y elegantes, con chaquetas largas y colores que contrastan ligeramente con los tonos apagados del pavimento y los árboles, lo que resalta su presencia en el paisaje urbano.
El ambiente general de la escena evoca un momento cotidiano en una mañana tranquila de otoño. A pesar de la actividad del mercado, se percibe un aire de serenidad y paz, donde el bullicio está ausente, y el disfrute del entorno y la naturaleza se convierte en el protagonista. Las flores, los colores y la luz suave contribuyen a una sensación de armonía y equilibrio, donde la belleza de lo efímero se celebra en cada rincón.
En conjunto, este cuadro captura la calma y la belleza de un día en un mercado de flores, combinando con maestría la interacción entre la naturaleza, la vida urbana y los pequeños detalles que hacen que la escena sea cálida y acogedora. Los colores vibrantes de las flores contrastan delicadamente con la sobriedad del entorno, logrando un equilibrio visual que transmite tanto vitalidad como quietud.