Jaume Mercadé Vergés (1922) - Barcas en reposo

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte del famoso pintor Jaume Mercadé en la que se ve representado un precioso puerto. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 45,5x63x6 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 23x40 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Mercadé.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta un paisaje marino donde se observa un puerto tranquilo en el que reposan múltiples embarcaciones. Las barcas, alineadas a ambos lados de una amplia vía de agua que parece adentrarse en el horizonte, reflejan sus colores oscuros y apagados en el agua en calma, creando un juego sutil de sombras y luces en la superficie. A lo lejos, el paisaje costero se difumina en una línea borrosa entre tierra y cielo, con tonos grisáceos que sugieren una atmósfera nublada o tal vez la proximidad del atardecer. El horizonte parece perderse en una ligera neblina, lo que añade una sensación de serenidad y distancia.
El cielo, con pinceladas amplias y enérgicas, mezcla tonos grises y azulados, dejando entrever ligeros destellos de luz, como si el sol estuviera escondido detrás de las nubes, iluminando tenuemente el entorno. Este contraste entre la luminosidad suave del cielo y las sombras más profundas de las barcas y el agua proporciona un equilibrio visual, manteniendo la atención del espectador en el centro del cuadro, donde el mar se abre hacia el infinito.
Los mástiles de las embarcaciones añaden verticalidad a la composición, rompiendo las horizontales del agua y del cielo. Estos detalles, junto con los reflejos ondulantes en el agua, crean una sensación de movimiento suave, casi imperceptible, como si todo estuviera inmerso en un ritmo pausado y tranquilo. La textura del agua y las embarcaciones es especialmente rica, dando la impresión de una interacción dinámica entre los elementos de la naturaleza y los objetos creados por el hombre.
En conjunto, este cuadro transmite una sensación de quietud y contemplación. La escena invita a detenerse y observar los pequeños detalles, desde los reflejos en el agua hasta la manera en que las embarcaciones parecen esperar pacientemente en el puerto. La composición equilibra de manera efectiva el dinamismo y la calma, haciendo que el espectador se sumerja en la atmósfera serena de un puerto que, aunque quieto, parece estar lleno de historias que no se ven, pero que se intuyen.