Miguel Pàmies (XX) - Caminando entre las montañas

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Miguel Pàmies de mediados del siglo XX en la que se ve representado un precioso paisaje. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 78,5x141x6 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 65,5x128,5 cm.
· Se trata de un óleo sobre tala firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, M. Pàmies.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

------------------------------------------------------------------

Este cuadro presenta un idílico paisaje rural, donde la naturaleza y la arquitectura tradicional se integran armoniosamente para ofrecer una escena de gran belleza y serenidad. En el centro de la composición se observa una estructura rústica, posiblemente un granero o cobertizo, construida con pilares de piedra y un techo de madera envejecida por el tiempo. A su lado, se levantan dos montones de heno, cubiertos por techos cónicos de paja que parecen protegidos del viento y la lluvia.
La vegetación es exuberante y variada, con árboles robustos y frondosos que enmarcan la escena. A la izquierda, un árbol con hojas de colores otoñales añade un toque cálido y vibrante, mientras que a la derecha, dos árboles más altos y verdes se inclinan ligeramente, proyectando sus sombras sobre el terreno. El follaje es denso, con una mezcla de verdes y marrones que reflejan la riqueza del entorno natural.
El fondo del cuadro muestra una cadena montañosa que se extiende bajo un cielo parcialmente nublado, con nubes blancas y esponjosas que dejan pasar rayos de luz, iluminando de manera desigual el paisaje. Las montañas se representan en tonos azulados y grises, sugiriendo una distancia considerable y aportando profundidad a la composición.
En el plano medio, se puede ver un camino que sigue el curso de un riachuelo de aguas cristalinas. A la orilla del riachuelo, dos figuras humanas añaden un elemento de vida y actividad. Estas personas, posiblemente campesinos, están vestidas con ropa tradicional y parecen caminar tranquilamente, disfrutando de la calma y la belleza del entorno.
El primer plano del cuadro muestra una rica variedad de plantas y hierbas que crecen de manera silvestre, contribuyendo a la sensación de un paisaje vivo y fértil. El reflejo de los árboles y el cielo en el agua del riachuelo está representado con delicadeza, creando un efecto de espejo que añade un toque de realismo y serenidad.
En conjunto, la obra transmite una sensación de paz y armonía, invitando al espectador a sumergirse en este rincón de naturaleza intocada y vida rural. La cuidadosa atención a los detalles y la representación realista de los elementos naturales y arquitectónicos hacen de este cuadro una obra de gran belleza y evocación, capaz de transportar a quien lo observa a un tiempo y lugar de tranquilidad pastoral.