Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela catalana en la que se ve representado un precioso paisaje de Puigpardines, la Garrotxa. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor. · Las medidas de esta obra sin marco son: 46x61x2 cm. · Se trata de un óleo sobre tela con la firma del pintor en el margen inferior derecho, irreconocible. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta una escena bucólica de una casa rural rodeada por un entorno natural sereno y pintoresco. En el centro de la composición, una casa de campo de dos pisos se erige con sus paredes de un tono claro que contrastan con el verde vibrante del paisaje circundante. El tejado de tejas rojas añade un toque cálido al edificio, mientras que una pequeña puerta de color rojo en el piso inferior llama la atención del espectador, sugiriendo la entrada principal. A su lado, ventanas de diferentes tamaños están distribuidas uniformemente, algunas con postigos verdes que resaltan sobre la fachada. A la izquierda de la casa principal, se observa una estructura más pequeña, posiblemente un cobertizo o almacén, con un techo inclinado y paredes de madera. Esta construcción parece ser utilizada para el almacenamiento de herramientas o provisiones, típicas de un entorno agrícola. En la parte derecha del cuadro, un enorme haz de paja cuidadosamente apilado refleja las actividades de recolección y almacenamiento que aún se practican en el campo. La textura de la paja se representa con detalle, capturando la luz que juega sobre sus superficies irregulares. El entorno que rodea las edificaciones está compuesto por un denso follaje de árboles que muestran los matices otoñales de verdes, naranjas y marrones, indicando un cambio de estación. El camino de tierra serpentea desde el primer plano hasta el fondo del cuadro, guiando la vista del espectador hacia las colinas ondulantes que se extienden hasta el horizonte. La luz del sol se filtra a través del follaje, creando sombras suaves y resaltando las diferentes tonalidades del verde en la hierba y las hojas de los árboles. En conjunto, el cuadro ofrece una visión idílica de la vida rural, destacando la simplicidad y la tranquilidad de un día en el campo. Los elementos naturales y las estructuras hechas por el hombre coexisten armoniosamente, reflejando una conexión profunda con la tierra y una vida centrada en la autosuficiencia y el ritmo natural de las estaciones.