Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela catalana donde se ve representado una bella joven dama mirándose en el espejo. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor. · Las medidas de esta obra con marco son: 81x71x5 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 61x50 cm. · Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Riera. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco dorado (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro captura un momento íntimo y cotidiano de una mujer frente a un espejo, arreglándose el cabello. La figura femenina está de espaldas al espectador, lo que permite una vista tanto de su figura como de su reflejo en el espejo. La mujer, vestida con una bata ligera de tonos blancos y rosados, está en una postura que sugiere concentración y delicadeza mientras levanta los brazos para ajustar su peinado. El espejo ovalado enmarcado en oro refleja no solo su rostro, sino también su entorno, creando una composición rica en detalles y perspectiva. El reflejo en el espejo añade profundidad a la obra y permite una vista adicional de la expresión concentrada y tranquila de la mujer. Su cabello rubio, recogido en un moño, capta la luz de manera que resalta su textura y brillo. En el tocador frente a la mujer, se disponen diversos objetos de tocador, como frascos, botellas y cajitas. Estos objetos están pintados con una atención cuidadosa al detalle y a los reflejos de la luz, contribuyendo a la atmósfera doméstica y femenina de la escena. Los tonos cálidos y suaves de estos objetos complementan los colores del vestido de la mujer y el fondo del cuadro. El fondo, pintado en tonos de púrpura y rojo, sugiere un ambiente íntimo y acogedor. La iluminación en la obra es suave y difusa, de una fuente de luz natural, lo que añade calidez y realismo a la escena. La luz juega un papel crucial al resaltar las texturas de la tela, la piel y los objetos del tocador, creando un juego de sombras y luces que añade profundidad y dimensión a la composición. El enfoque en un momento tan personal y tranquilo resalta la habilidad del artista para capturar la belleza en la simplicidad de la vida cotidiana. La postura relajada y natural de la mujer, junto con la atmósfera calmada del entorno, invita al espectador a compartir un momento de introspección y preparación personal. En conjunto, este cuadro es una celebración de la intimidad y la feminidad, capturada con una delicadeza y maestría que resaltan tanto el aspecto físico como emocional de la escena. La obra transmite una sensación de calma y belleza serena, invitando al espectador a apreciar los pequeños momentos de la vida diaria con una nueva perspectiva.