Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela impresionista catalana donde se ve representado un precioso paisaje nocturno. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor. · Las medidas de esta obra con marco son: 36x49x5 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 25x38 cm. · Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, irreconocible. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. · Obra 2/2 de la colección. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta un paisaje tranquilo y melancólico donde la naturaleza y la intervención humana parecen coexistir en una atmósfera casi etérea. A lo lejos, grandes árboles se alzan en la bruma matutina o vespertina, destacando por su altura y su estructura ligera, que se desvanece entre las pinceladas suaves de colores apagados. Los tonos grisáceos y azulados dominan el cielo y el fondo del cuadro, creando una sensación de humedad y serenidad, como si el lugar estuviera envuelto en neblina, suavizando los contornos de los objetos en la distancia. A la derecha de la composición se observa lo que parece ser una edificación, quizás una casa o alguna estructura rústica, que se integra de manera orgánica con el entorno. Esta construcción, pintada con tonos terrosos y oscuros, no destaca en exceso, sino que complementa la atmósfera del cuadro, dándole una sensación de vida pausada y de calma. Los tejados de las casas están apenas definidos, como si la neblina y la luz difusa se los estuvieran tragando poco a poco. Hacia la parte izquierda del cuadro, una pequeña embarcación descansa en lo que parece ser un río o lago en calma. La barca, solitaria y vacía, parece abandonada o en espera de ser utilizada, evocando una sensación de espera y tranquilidad. Las aguas que rodean la barca reflejan apenas los colores del cielo, añadiendo al paisaje una capa de serenidad y reflejo. El terreno en primer plano está compuesto de una mezcla de tonos ocres y verdes apagados, que sugieren un suelo húmedo o una playa fluvial. La iluminación del cuadro es suave y difusa, con destellos de luz que se filtran entre las nubes y los árboles, lo que sugiere un amanecer o un atardecer. Los colores tenues, casi pasteles, del cielo añaden un toque de calidez, pero sin romper con la sensación general de frescura y tranquilidad. La composición en su conjunto parece transportarnos a un lugar remoto y aislado, donde el silencio es lo predominante y el paisaje se despliega ante el espectador como una invitación a la contemplación. En conjunto, el cuadro transmite una profunda calma y reflexión, logrando combinar la naturaleza y las construcciones humanas de manera armoniosa. Los tonos suaves, la neblina y la soledad de la barca evocan una atmósfera casi poética, donde el tiempo parece detenerse. Es un paisaje que invita a la introspección, un refugio visual donde la calma y la belleza natural se imponen sobre cualquier otro detalle.