École Française (XX) - Après-midi sur le terrain

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela francesa o catalana en la que se ve representado un precioso paisaje rural impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 68x59x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 54x45 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela de principios de siglo XX.
· Esta pieza se encuentra en estado aceptable, presenta falta de pintura (ver en fotos).

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta una escena campestre donde la naturaleza se despliega en su máxima expresión. Un árbol majestuoso se eleva en el primer plano, su copa frondosa proyectando sombras que cubren parcialmente el suelo. Los tonos verdes de las hojas contrastan con los matices más claros y cálidos del paisaje que se extiende hacia el fondo. El campo parece vibrar con una luz suave, quizás la de un día soleado que comienza a declinar. El árbol, con su tronco robusto y ramas llenas de vida, se convierte en el eje central de la composición, marcando el ritmo visual entre la vegetación y los campos abiertos.
Al fondo, una casa solitaria se erige en medio del paisaje, pequeña en comparación con la inmensidad natural que la rodea. Este elemento humano se presenta en armonía con el entorno, como si formara parte integral del paisaje, sin desentonar. Las montañas en la distancia crean un horizonte montañoso que envuelve la escena, agregando profundidad y un sentido de aislamiento, pero no de soledad. Más bien, es una sensación de paz y conexión con la tierra.
El suelo, pintado con una gama de tonos ocres y verdes, sugiere diferentes texturas, desde el terreno más terroso y seco en primer plano hasta los prados más suaves que se extienden hacia la casa en la lejanía. El juego de luces y sombras en el suelo refuerza la idea de un sol radiante que ilumina el paisaje de manera natural y envolvente.
En conjunto, este cuadro transmite una sensación de serenidad y equilibrio, donde el ser humano, representado por la pequeña casa, parece estar en sintonía con la naturaleza que lo rodea. Los colores cálidos y los trazos suaves invitan a contemplar la tranquilidad del campo y a imaginarse caminando entre los árboles y los prados bajo un cielo abierto y despejado.