Pictura subastas presenta esta magnífica obra de José López Ortega donde se ve representado un paisaje fauvista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. · Las medidas de esta obra con marco son: 42,5x50x4 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 27x34 cm. · Se trata de un óleo sobre tabla firmado por el pintor en el margen inferior derecho, López Ortega. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro, obra del pintor José López Ortega, presenta una vibrante y colorida vista de un paisaje rural, donde la arquitectura tradicional se fusiona armoniosamente con la naturaleza circundante. En el centro de la composición, se encuentra una iglesia con una torre blanca que se alza imponente, destacando sobre el fondo de colinas y montañas en tonos azules y verdes. La luz del sol ilumina la estructura, dándole un aspecto resplandeciente y casi etéreo. Rodeando la iglesia, se extienden varios edificios y construcciones de tonos cálidos, parte de un pequeño pueblo. Las edificaciones están parcialmente ocultas por árboles y vegetación exuberante, creando un efecto de integración natural en el paisaje. Las copas de los árboles y arbustos están pintadas con una variedad de verdes intensos y frescos, aportando una sensación de vitalidad y movimiento a la escena. En el primer plano, un campo de flores en tonos rosados y lilas ocupa la mayor parte del espacio, su color vibrante contrasta con los tonos más suaves del fondo. Este campo de flores añade un elemento de alegría y exuberancia al cuadro, sugiriendo la riqueza natural y la belleza. A la izquierda del campo de flores, una franja de tierra cultivada en tonos verdes y azules se extiende hacia el fondo, posiblemente representando parcelas agrícolas o jardines. La textura del suelo y la variación de colores en esta área aportan un sentido de profundidad y realismo. El cielo, en la parte superior del cuadro, está pintado con suaves pinceladas de azul claro y nubes dispersas en tonos rosados y grises, creando una atmósfera tranquila y despejada. Estas nubes añaden un toque de dinamismo y contrastan suavemente con la claridad del cielo. En conjunto, la obra de López Ortega destaca por su uso audaz del color y la composición equilibrada. El cuadro transmite una sensación de paz y armonía, capturando la belleza natural y la tranquilidad de un paisaje rural en pleno florecimiento. La combinación de arquitectura y naturaleza, junto con la paleta vibrante y la atención al detalle, invitan al espectador a sumergirse en la serenidad y el encanto del entorno representado.