Información sobre el artista:

Desde muy temprana edad mostró sus dotes artísticas a través del dibujo y la pintura, ramas en las que se especializaría a través de su formación en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Posteriormente, cursaría el máster en Dibujo de la Universidad de Granada, en la que desarrollaría su tesis doctoral. En ella, a través de una metodología basada en artes, denunciaría el estado del mundo rural y la cultura que lo compone, a través de multitud de obras entre las que destacan diferentes pinturas y dibujos, como la obra presentada aquí. Además, es autor y coautor de numerosos artículos que ahondan su discurso artístico, donde no solo realiza trabajos bibliográficos, sino artísticos, mostrando los conocimientos y hallazgos adquiridos a través de las propias obras de arte.

Información sobre la obra:

Esta obra utiliza técnica mixta, incluyendo lápices polícromos y pintura al óleo diluida sobre papel Fabriano artístico liso, en un formato de 92 x 138 cm. Representa una escena de ambiente tenebroso, en la que predominan símbolos de la cultura rural andaluza atrapados entre pinos, con una composición basada en la proporción áurea. Los pinos se interpretan como puertas o espejos: como puertas, simbolizan una visión del paisaje y la cultura; como espejos, reflejan la agonía de esta cultura dentro del paisaje. Los pinos se consolidan como opresores de una cultura que no se originó en este entorno de coníferas, erróneamente llamado bosque.

La obra critica el monocultivo de pinos, señalando que aunque inicialmente ayudan a proteger el terreno, a largo plazo no proporcionan una estructura adecuada ni permiten el desarrollo completo de la flora autóctona. Este paisaje fragmentado incluye un pequeño chaparro que brota bajo un pino, lo que alude a la posibilidad de regeneración natural si se gestiona adecuadamente, como sugieren algunos expertos. Sin embargo, la acumulación de leña muerta y acículas en los pinares los convierte en un peligro de incendios en verano, un problema que antes era controlado por los campesinos, quienes realizaban labores preventivas en invierno.

La escena incluye a una familia de campesinos moribundos, casi momificados, simbolizando su papel clave en la prevención de incendios. La obra también destaca prácticas tradicionales que ayudaban a mantener el equilibrio del paisaje, como el pastoreo extensivo y la recolección de leña muerta, que podían controlar el riesgo de incendios al reducir la vegetación inflamable.

Información sobre el artista:

Desde muy temprana edad mostró sus dotes artísticas a través del dibujo y la pintura, ramas en las que se especializaría a través de su formación en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Posteriormente, cursaría el máster en Dibujo de la Universidad de Granada, en la que desarrollaría su tesis doctoral. En ella, a través de una metodología basada en artes, denunciaría el estado del mundo rural y la cultura que lo compone, a través de multitud de obras entre las que destacan diferentes pinturas y dibujos, como la obra presentada aquí. Además, es autor y coautor de numerosos artículos que ahondan su discurso artístico, donde no solo realiza trabajos bibliográficos, sino artísticos, mostrando los conocimientos y hallazgos adquiridos a través de las propias obras de arte.

Información sobre la obra:

Esta obra utiliza técnica mixta, incluyendo lápices polícromos y pintura al óleo diluida sobre papel Fabriano artístico liso, en un formato de 92 x 138 cm. Representa una escena de ambiente tenebroso, en la que predominan símbolos de la cultura rural andaluza atrapados entre pinos, con una composición basada en la proporción áurea. Los pinos se interpretan como puertas o espejos: como puertas, simbolizan una visión del paisaje y la cultura; como espejos, reflejan la agonía de esta cultura dentro del paisaje. Los pinos se consolidan como opresores de una cultura que no se originó en este entorno de coníferas, erróneamente llamado bosque.

La obra critica el monocultivo de pinos, señalando que aunque inicialmente ayudan a proteger el terreno, a largo plazo no proporcionan una estructura adecuada ni permiten el desarrollo completo de la flora autóctona. Este paisaje fragmentado incluye un pequeño chaparro que brota bajo un pino, lo que alude a la posibilidad de regeneración natural si se gestiona adecuadamente, como sugieren algunos expertos. Sin embargo, la acumulación de leña muerta y acículas en los pinares los convierte en un peligro de incendios en verano, un problema que antes era controlado por los campesinos, quienes realizaban labores preventivas en invierno.

La escena incluye a una familia de campesinos moribundos, casi momificados, simbolizando su papel clave en la prevención de incendios. La obra también destaca prácticas tradicionales que ayudaban a mantener el equilibrio del paisaje, como el pastoreo extensivo y la recolección de leña muerta, que podían controlar el riesgo de incendios al reducir la vegetación inflamable.

Utgåva
Unik
Era
Efter 2000
Säljs av
Artist
Fernando Luque Cuesta
Titel på konstverket
Paisaje acultural - XXL
Teknik
Blyerts på papper, Olja på papper
Signatur
Handsignerad
Ursprungsland
Spanien
Skick
Utmärkt skick
Höjd
92 cm
Bredd
138 cm
Djup
2 mm
Vikt
3 kg
Skildring/Tema
Djur och natur, Landskap, Popkultur, Stilleben
Stil
Klassisk
Nej
Tidsålder
2020+