Gran articulo para coleccionar! Revista '' 'Goles' 19 de octubre de 1971 Con apenas una década de vida, pero ya con la magia en sus venas, Diego recibió su primera ovación, luego de hacer jueguito durante el entretiempo de un partido de Argentinos juniors - River. La onda expansiva de los Cebollitas ya era incontenible. El ambiente del fútbol hablaba de ellos. Se asombraba de ellos. Y Diego era la bandera, el símbolo indisoluble. Una tarde de octubre de 1971, jugaban Argentinos y River. Un primer tiempo malo. “Anodino”, según dijeron las crónicas. Diego estaba allí con un objeto circense: hacer “jueguito en el entretiempo”. Tictac, con el empeine. Tictac, con la cabeza. Tictac, con el hombro. Así los 15 minutos, sin que la pelota toque el césped. Cuando los jugadores volvieron para el segundo tiempo, Diego seguía con su tictac hipnótico. Y al público le brotó el veredicto: “¡Qué se queeeeeede, qué se queeeeeede!”. Edicion Argentina Envios a todo el mundo