Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Juan Blanch en la que se ve representado un precioso paisaje rural impresionista, Sant Privat d'en Bas, Girona. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor. · Las medidas de esta obra con marco son: 60x85x5 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 45x60,5 cm. · Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, J. Blanch. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta una vista serena de un pequeño pueblo enclavado en un entorno montañoso. En el centro de la composición, se observa un grupo de casas de piedra, algunas con tejados de tejas rojas que destacan cálidamente bajo la luz del sol. Estas construcciones rústicas parecen estar rodeadas por una vegetación exuberante que sube y baja por las suaves colinas que bordean el pueblo. Destaca una torre de iglesia con un tejado a dos aguas que se eleva por encima de las casas, sugiriendo la presencia de un antiguo lugar de culto en el corazón de la comunidad. El fondo del cuadro está dominado por una cadena montañosa imponente, cuyas cumbres parecen tocar el cielo. Las montañas, pintadas en tonos grises y azulados, añaden una sensación de profundidad y magnificencia al paisaje. Las laderas de las montañas están bañadas en sombras que sugieren una luz del día que se desvanece, quizás durante las primeras horas de la tarde, creando un contraste con el primer plano más iluminado y colorido. En el horizonte, las montañas se funden gradualmente con el cielo, donde algunas nubes esponjosas flotan suavemente, añadiendo una dimensión etérea a la escena. En el primer plano, el suelo es una mezcla de campos cultivados y praderas llenas de hierba alta y flores silvestres que oscilan con el viento. Los colores terrosos de la hierba seca y los verdes vibrantes de los arbustos sugieren una mezcla de estaciones, quizás el final del verano y el comienzo del otoño. La luz juega un papel fundamental en esta parte del cuadro, con sombras alargadas que se proyectan desde los árboles y las casas, indicando la posición baja del sol en el cielo. En conjunto, la obra evoca una sensación de tranquilidad y atemporalidad. La combinación de la arquitectura tradicional, la vegetación abundante y las majestuosas montañas de fondo crean una imagen armoniosa que celebra la belleza natural de un pueblo rural. La luz y las sombras se entrelazan para dar vida y profundidad a la escena, invitando al espectador a imaginar la frescura del aire de montaña y el susurro del viento entre los árboles y la hierba. Es una representación encantadora que captura la esencia de la vida en un rincón tranquilo del mundo, donde el tiempo parece haberse detenido.