Jordi Serrat Balash (1935) - El pueblo - NO RESERVE

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Jordi Serrat en la que se ve representado un precioso pueblo. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 38x45,5x3 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 26x33,5 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Serrat.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta una escena pintoresca de un pequeño pueblo, capturando la esencia de la vida rural y la arquitectura tradicional. La composición está dominada por un conjunto de edificios de piedra y tejados de color azul, que se agrupan en torno a una calle estrecha y sinuosa. La paleta de colores y la disposición de los elementos crean una atmósfera nostálgica y serena.
En el centro del cuadro, un edificio de piedra de tres pisos se destaca por su tamaño y detalle. Sus paredes están pintadas en tonos grises y beige, con sombras que sugieren la textura rugosa de la piedra. Las ventanas, algunas abiertas y otras cerradas, añaden un toque de vida y realismo al edificio. En la planta baja, dos arcos oscuros sugieren una entrada o un espacio de almacenamiento, añadiendo profundidad y misterio a la estructura.
A la izquierda del cuadro, otros edificios más pequeños y de menor altura se alinean a lo largo de la calle. Sus tejados azules contrastan con las paredes blancas y beige, creando un juego de colores que añade dinamismo a la escena. Las sombras proyectadas por los tejados y las paredes añaden un elemento de tridimensionalidad y realismo.
En el fondo, se puede ver un campanario que sobresale entre los edificios, indicando la presencia de una iglesia o un edificio comunitario. Este elemento arquitectónico añade un sentido de lugar y contexto histórico al cuadro, sugiriendo una comunidad unida en torno a sus tradiciones y estructuras comunes.
En el primer plano, a la derecha, se observan plantas y arbustos que añaden un toque de naturaleza al entorno urbano. Las pinceladas que representan la vegetación son sueltas y expresivas, capturando la textura y el movimiento de las hojas y tallos.
En la calle, un camino de tierra conduce la mirada del espectador hacia el fondo del cuadro. Este camino, pintado en tonos cálidos de amarillo y marrón, crea una línea de movimiento y guía a través de la escena. Una figura humana, vestida con una prenda de color rojo, camina por el camino, añadiendo un punto focal de interés y un sentido de escala humana a la composición. La postura de la figura sugiere un movimiento tranquilo y relajado, contribuyendo a la atmósfera de calma y serenidad del cuadro.
El cielo es claro y luminoso, pintado en tonos suaves de azul y blanco que sugieren un día despejado y soleado. La luz en el cuadro es suave y difusa, iluminando las superficies de los edificios y creando sombras suaves que añaden profundidad y volumen a la escena. La iluminación resalta los detalles arquitectónicos y las texturas, creando una sensación de realismo y presencia tangible.
En conjunto, este cuadro es una representación evocadora de la vida en un pequeño pueblo, capturando la belleza simple y la tranquilidad del entorno rural. La atención al detalle en la arquitectura, la vegetación y la figura humana, junto con una paleta de colores armoniosa y una composición equilibrada, invitan al espectador a apreciar y contemplar la serenidad y el encanto de este lugar pintoresco.