Óleo sobre tabla del artista Lucas Mir (1955), una obra que destaca por su realismo y atención al detalle, características que han definido el estilo de este reconocido pintor. La escena muestra a una figura femenina ataviada con un pañuelo de colores y sosteniendo una botella decorativa, en un retrato íntimo que transmite serenidad y concentración. La composición y el manejo de la luz reflejan una técnica depurada y un estilo que evoca la tradición pictórica clásica. La obra viene enmarcada con un marco de gran presencia que resalta la pintura y aporta un toque de elegancia. Esta pieza es ideal para coleccionistas que aprecian el realismo contemporáneo y buscan obras con un fuerte componente estético y narrativo.