Escuela Catalana (XX) - Valle de Arán

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de la escuela catalana donde se ve representado un precioso paisaje del Valle de Arán. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra.

· Las medidas de esta obra con marco son: 40x56x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 29x44,5 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado por el pintor en el margen inferior derecho, irreconocible.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta un paisaje rural idílico, capturando la tranquilidad de un entorno natural atravesado por el río Garona en su paso por el Valle de Aran y un puente de piedra. La escena está dominada por un antiguo puente arqueado que cruza este, cuyo flujo de agua está representado con una serie de pinceladas rápidas y fluidas, sugiriendo el movimiento y la frescura del agua corriente. Las tonalidades blancas y azuladas del agua contrastan con los tonos más oscuros y terrosos del puente, creando un punto focal dinámico en la composición.
A ambos lados del río, la vegetación es exuberante y variada. A la izquierda, árboles altos y densos se elevan hacia el cielo, sus troncos y ramas cubiertos de follaje verde oscuro que añade profundidad y sombra a la escena. A la derecha, el paisaje se abre a colinas ondulantes y campos verdes, salpicados de árboles más esbeltos que se alzan hacia el cielo, creando una sensación de espacio y amplitud.
En el fondo, se pueden distinguir algunas casas rurales, con techos inclinados y paredes en tonos suaves que se mezclan con el entorno natural. Estas construcciones añaden un elemento humano al paisaje, sugiriendo una vida tranquila y sencilla en armonía con la naturaleza.
Las colinas en el horizonte están pintadas en tonos azules y verdes, sus contornos suaves y redondeados crean un contraste con las líneas más definidas del puente y el río. El cielo, que ocupa la parte superior del cuadro, está representado con pinceladas ligeras y fluidas en tonos claros de azul y blanco, salpicado de nubes esponjosas que añaden un toque de luminosidad y ligereza a la escena.
En conjunto, este cuadro transmite una sensación de paz y serenidad en el Valle de Aran, capturando la belleza simple y atemporal de un paisaje rural. La combinación de elementos naturales y arquitectónicos, junto con una paleta de colores rica y equilibrada, invita al espectador a sumergirse en la tranquilidad y armonía del entorno representado.