Ramon Llovet Miserol (1917-1987) - Maternidad

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Ramon Llovet donde se ve representado una madre y su hijo. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 64x55x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 32,5x23 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Llovet.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro representa una escena serena y conmovedora de una madre sosteniendo a su hijo. La composición, aunque simplificada y estilizada, captura la esencia de la ternura maternal. La madre, sentada en una postura clásica y de calma, sostiene al niño con ambas manos, ofreciendo una sensación de protección y cuidado. La figura materna está envuelta en una vestimenta de tonos claros y suaves, que fluye alrededor de su cuerpo en curvas que sugieren volumen y serenidad.
El rostro de la madre, aunque minimalista en detalles, transmite una expresión de serenidad y devoción. Sus ojos parecen ligeramente bajos, como si estuviera contemplando a su hijo con amor y dulzura. Su cabello oscuro, estilizado de manera sencilla, cae en suaves ondas que enmarcan su rostro, añadiendo un contraste delicado a los tonos pálidos de su piel y vestimenta.
El niño, que se encuentra en brazos de la madre, está representado de manera igualmente estilizada. Su pequeña figura está dirigida hacia la madre, con los brazos extendidos en un gesto de conexión y dependencia. Aunque la cara del niño carece de detalles, su postura expresa un sentido de seguridad y apego, reforzando la conexión emocional entre las dos figuras.
El fondo del cuadro es un espacio etéreo y sin detalles, dominado por tonos suaves que parecen desvanecerse en la lejanía, creando un ambiente de tranquilidad y ensueño. Este fondo uniforme permite que las figuras se destaquen, centrándose completamente en la relación entre madre e hijo sin distracciones externas.
La paleta de colores es sobria, dominada por tonos tierra suaves y pasteles, que refuerzan la atmósfera de calma y afecto. Los colores claros y las formas simplificadas otorgan al cuadro una cualidad casi etérea, enfatizando la universalidad del tema y la pureza de la relación retratada.
En conjunto, el cuadro es una celebración del amor maternal, capturado con sencillez pero con una profunda sensibilidad. La ausencia de detalles superfluos y el enfoque en las formas y colores suaves transmiten una sensación de pureza y devoción, invitando al espectador a reflexionar sobre la belleza inherente en la relación entre una madre y su hijo.