Medidas de la obra (sin marco ni passepartout) 18 x 11 cm. Con marco 46 x 36 cm.
Enmarcado. Con cristal (no se hace responsable de su ruptura en el transporte)
En el reverso se envía felicitación de 1950 firmado por el pintor.

Pedro Bueno Villarejo, Villa del Río (Córdoba), 1910 – 1993.
Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba y desde 1929 en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. El inicio de la Guerra Civil frustró su viaje a Italia, donde había sido pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios del Gobierno de la República.
Desde 1943 participa en los Salones de los Once que promueve Eugenio d’Ors y, ese mismo año, en 1952 y en 1954 obtiene la Tercera, Segunda y Primera medallas, respectivamente, de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. También participa en tres ediciones de la Bienal Hispanoamericana de Arte, en la que consigue en 1947 la beca Conde de Cartagena de la Real Academia para estudiar en Londres, donde permanece hasta 1949.
Su primera muestra individual la celebra en 1944 en la emblemática galería Biosca, pero a lo largo de su vida solamente mostrará sus obras en solitario una docena más de veces, participando, sin embargo, en multitud de exposiciones colectivas.
En 1957 le conceden el Premio Nacional de Pintura de Córdoba, el Gran Premio de la Diputación de Córdoba y el Premio Nacional de Pintura de Alicante. En 1986 celebra una antológica en el Palacio de Viana de Córdoba, lugar que le dedica una sala permanente tras su muerte en la que se exhiben los mejores cuadros donados por el artista a esa institución durante los últimos años de su vida.
Vinculado a los artistas de la denominada Escuela de Madrid, su obra se inscribe dentro de la figuración, entroncando con la pintura tradicional española del retrato y la naturaleza muerta. Su excepcional sensibilidad se pone de manifiesto en sus bellas maternidades y en los retratos femeninos siempre apoyados en un dibujo sólido y en una delicada proyección de los rasgos más definitorios de las personalidades representadas, para las que no son ajenas las enseñanzas de Velázquez, Goya y los artistas flamencos del siglo XVII, en los que halló modelos irrenunciables.



Medidas de la obra (sin marco ni passepartout) 18 x 11 cm. Con marco 46 x 36 cm.
Enmarcado. Con cristal (no se hace responsable de su ruptura en el transporte)
En el reverso se envía felicitación de 1950 firmado por el pintor.

Pedro Bueno Villarejo, Villa del Río (Córdoba), 1910 – 1993.
Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba y desde 1929 en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. El inicio de la Guerra Civil frustró su viaje a Italia, donde había sido pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios del Gobierno de la República.
Desde 1943 participa en los Salones de los Once que promueve Eugenio d’Ors y, ese mismo año, en 1952 y en 1954 obtiene la Tercera, Segunda y Primera medallas, respectivamente, de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. También participa en tres ediciones de la Bienal Hispanoamericana de Arte, en la que consigue en 1947 la beca Conde de Cartagena de la Real Academia para estudiar en Londres, donde permanece hasta 1949.
Su primera muestra individual la celebra en 1944 en la emblemática galería Biosca, pero a lo largo de su vida solamente mostrará sus obras en solitario una docena más de veces, participando, sin embargo, en multitud de exposiciones colectivas.
En 1957 le conceden el Premio Nacional de Pintura de Córdoba, el Gran Premio de la Diputación de Córdoba y el Premio Nacional de Pintura de Alicante. En 1986 celebra una antológica en el Palacio de Viana de Córdoba, lugar que le dedica una sala permanente tras su muerte en la que se exhiben los mejores cuadros donados por el artista a esa institución durante los últimos años de su vida.
Vinculado a los artistas de la denominada Escuela de Madrid, su obra se inscribe dentro de la figuración, entroncando con la pintura tradicional española del retrato y la naturaleza muerta. Su excepcional sensibilidad se pone de manifiesto en sus bellas maternidades y en los retratos femeninos siempre apoyados en un dibujo sólido y en una delicada proyección de los rasgos más definitorios de las personalidades representadas, para las que no son ajenas las enseñanzas de Velázquez, Goya y los artistas flamencos del siglo XVII, en los que halló modelos irrenunciables.



Era
1900-2000
Liczba przedmiotów
1
Artysta
Pedro Bueno Villarejo (1910-1993)
Tytuł dzieła
Figura
Technika
rysunek ołówkiem
Podpis
z odręcznym podpisem
Rok
1950
Stan
W Dobrym Stanie
Wysokość
46 cm
Szerokość
36 cm
Głębokość
3 cm
Kraj pochodzenia
Hiszpania
Sprzedawany z ramą
Tak
Okres
1950-1960