Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Miquel Torner de Semir donde se ve representado un precioso paisaje marítimo. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor. · Las medidas de esta obra sin marco son: 33x46 cm. · Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, Miquel Torner de Semir. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. · La obra se puede adquirir con certificado de autenticidad a cargo del comprador (opcional). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro de Miquel Torner de Semir, una marina excepcional y única dentro de su obra, captura un momento vibrante en la costa. La composición se centra en una escena costera animada, con una atención particular a los colores y las formas, que otorgan un carácter dinámico y casi abstracto a la representación. En primer plano, se observan dos barcas varadas en la orilla de la playa. Las barcas, pintadas con una variedad de colores brillantes como el rojo, el verde y el azul, están estilizadas de una manera que sugiere movimiento y vida, a pesar de estar inmóviles en la arena. La figura de una persona, posiblemente un pescador, se encuentra junto a una de las barcas, dando un toque humano y narrativo a la escena. Esta figura añade una escala y contexto, permitiendo al espectador imaginar la actividad cotidiana en la playa. El agua del mar, que ocupa gran parte del centro del cuadro, está representada con una mezcla de tonos azules y violetas, con reflejos de los colores del cielo y las rocas circundantes. La superficie del agua tiene una textura rica y variada, sugerente de un mar en calma con leves ondulaciones. El uso de colores pastel y pinceladas suaves crea una atmósfera serena y pacífica. A la derecha, unas formaciones rocosas imponentes se elevan desde la orilla, presentadas en una variedad de colores terrosos y brillantes. Estas rocas están delineadas con trazos enérgicos que las dotan de una presencia casi escultural. Los tonos de las rocas varían entre marrones, verdes, violetas y naranjas, sugiriendo una diversidad de minerales y la influencia de la luz del sol. Esta elección de colores también proporciona un contraste vibrante con el azul del mar y el cielo. El cielo en la parte superior del cuadro está pintado con amplias pinceladas de colores cálidos y fríos, mezclando tonos de azul, rosa, púrpura y beige. Las nubes, dispersas y difusas, añaden profundidad y dinamismo a la escena. Los colores del cielo se reflejan en el mar, creando una armonía visual que unifica toda la composición. En conjunto, esta marina destaca por su uso audaz del color y su enfoque casi abstracto en la representación de la escena costera. La interacción entre los elementos naturales y la figura humana crea una narrativa abierta a la interpretación, permitiendo al espectador sumergirse en el ambiente costero y sentir la quietud y belleza del momento capturado. La obra no solo celebra la belleza natural de la costa, sino que también refleja la habilidad del artista para transformar una escena ordinaria en una composición llena de vida y emoción.