École Française (XX) - Paysage de campagne impressionniste

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela francesa o catalana en la que se ve representado el precioso paisaje impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 71,5x81x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 53x64 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, irreconocible.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro muestra una escena rural tranquila, donde una casa de campo se convierte en el centro de atención. La casa, de estructura robusta y con varias ventanas y balcones, se alza majestuosa en medio de un paisaje verde. Las paredes blancas de la casa reflejan la luz suave del día, mientras que las flores en los balcones añaden un toque de color vibrante y vida al entorno. A su alrededor, los elementos naturales y las construcciones más pequeñas, como una cabaña o un corral, refuerzan el sentido de una vida sencilla y cercana a la naturaleza.
En el primer plano, tres personas se agrupan en torno a una vaca. La interacción entre ellos y el animal sugiere una escena cotidiana de trabajo agrícola o cuidado del ganado, transmitiendo una sensación de comunidad y colaboración. Los colores cálidos de las figuras contrastan suavemente con el verde del campo, que cubre la mayor parte de la superficie del cuadro, mientras que los árboles y arbustos en el fondo añaden profundidad y texturas. La disposición de las personas y la vaca en el cuadro crea una conexión entre lo humano y lo natural, destacando la armonía entre los habitantes y su entorno.
El cielo, con sus nubes grises que parecen moverse lentamente, otorga al cuadro una atmósfera serena, quizá un día de calma después de la lluvia o al amanecer, cuando el campo despierta a la actividad diaria. Las montañas lejanas, apenas visibles tras la vegetación, enmarcan el paisaje y sugieren una ubicación apartada, alejada de la vida urbana y en sintonía con la naturaleza.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de la vida rural, donde la naturaleza y la actividad humana coexisten en equilibrio. La presencia de la casa y los detalles del campo, como el corral y los árboles, junto con los personajes y la vaca, evocan una sensación de paz y trabajo en comunidad. El juego de luces y sombras, junto con los colores terrosos y verdes, contribuye a crear una atmósfera acogedora y familiar.