Sebastià Congost Pla (1919-2009) - La calle

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte del famoso pintor de Olot, Sebastià Congost Pla en la que se ve representado una preciosa calle del pueblo. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 36,5x29x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 24x17 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, S. Congost.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

------------------------------------------------------------------

Este cuadro representa una vista desde lo alto de una tranquila calle de un pequeño pueblo, rodeado de montañas que se pierden en el horizonte. La perspectiva elevada permite observar la arquitectura sencilla y encantadora de las casas, que destacan por sus tejados rojizos y sus muros en tonos cálidos. La luz suave del sol baña la escena, proyectando sombras largas y envolviendo el paisaje en un ambiente sereno y pacífico. La sensación de calma es palpable, ya que apenas se perciben figuras humanas, difuminadas en la lejanía, que caminan despacio por la calle, casi como si fueran parte del entorno natural.
A la derecha, un frondoso árbol sobresale, ofreciendo un punto de contraste con los tonos más claros y suaves de las construcciones y el pavimento. Su follaje verde brillante parece moverse suavemente con la brisa, atrayendo la luz del sol y reflejándola en sus hojas. Más allá de las casas, las colinas y montañas en la distancia se extienden en tonos azules y grises, brindando profundidad a la composición. Las pinceladas cuidadosas logran capturar los detalles de los tejados, las sombras de las fachadas y el dinamismo de la luz natural que baña la escena.
La atmósfera apacible de la obra transmite una sensación de silencio, como si el pueblo estuviera disfrutando de una tranquila tarde bajo el sol. El camino que atraviesa la escena invita al espectador a seguir con la mirada, explorando los rincones del pueblo y, finalmente, dejando que los ojos se pierdan en las suaves ondulaciones de las montañas que dominan el fondo. La sutileza de los colores y las formas crea un equilibrio visual que, lejos de ser rígido, se siente fluido y orgánico.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de la vida rural con una simplicidad encantadora y un sentido profundo de calma. El juego de luces y sombras, junto con la armonía entre los elementos arquitectónicos y naturales, proporciona una visión idílica de un lugar en el que el tiempo parece detenerse, donde los detalles más simples, como el reflejo del sol en las hojas o las formas de las montañas, se convierten en los verdaderos protagonistas.