Carles Compte (1944) - Paisaje impresionista

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Carles Compte donde se ve representado un precioso paisaje impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra sin marco son: 38X46X0,1 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Carles Compte.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta un paisaje de montaña que se extiende a lo largo de un vasto valle cubierto de flores y vegetación diversa. En primer plano, se pueden apreciar campos abiertos llenos de flores silvestres, cuyas tonalidades blancas y ligeras se mezclan con verdes más oscuros y marrones terrosos, creando una alfombra natural que parece suavemente mecida por una brisa fresca. Las flores blancas se agrupan en áreas densas y dispersas, aportando textura y vitalidad a la escena, mientras que los matices terrosos del suelo añaden una dimensión de profundidad al primer plano.
Avanzando hacia la mitad del cuadro, los árboles salpican el paisaje con tonos vibrantes de amarillo, naranja y verde, que indican la transición de estaciones, posiblemente del verano al otoño. Estos árboles, de diferentes formas y tamaños, están distribuidos de manera irregular, creando un efecto de movimiento y crecimiento natural. Su follaje colorido contrasta con el verde más oscuro de los arbustos y la vegetación que se encuentra alrededor, proporcionando un contraste de colores cálidos y fríos que es visualmente estimulante.
Al fondo, una cadena montañosa se eleva majestuosa, difuminándose suavemente en el horizonte. Las montañas están pintadas en tonos azules y morados suaves, sugiriendo tanto la lejanía como la serenidad del entorno. Estas montañas parecen envolver el valle, protegiéndolo, y sus líneas suaves y onduladas crean una sensación de calma y estabilidad. El cielo, amplio y dominando la parte superior del cuadro, presenta un degradado de azules que se mezcla con nubes ligeras y esponjosas. Las nubes blancas y grises aportan una sensación de movimiento en el cielo, como si estuvieran suavemente arrastradas por el viento.
En conjunto, la obra transmite una atmósfera de paz y armonía, capturando un momento de calma en la naturaleza. La composición del paisaje con sus flores, árboles y montañas invita al espectador a sumergirse en la tranquilidad y la belleza de este lugar idílico. La paleta de colores, que abarca desde tonos cálidos hasta fríos, junto con la suave transición de las estaciones, crea una narrativa visual que evoca tanto la permanencia como el cambio en el mundo natural.