José Antonio Díaz Serralta (1952) - El pueblo en la distancia

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Diaz Serralta, que representa la calma de un paisaje rural, donde la naturaleza enmarca la visión de un pequeño pueblo a lo lejos, transmitiendo serenidad y armonía entre el entorno natural y el humano. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.

· Dimensiones con marco: 50x43,5x3 cm.
· Dimensiones sin marco: 29,5x24 cm.
· Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior izquierda, Serralta.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco con vidrio protector (incluido en la subasta como regalo).

La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.

Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.

El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
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Este cuadro representa un amplio paisaje donde el horizonte se extiende hacia un pequeño pueblo, que se encuentra a lo lejos, con su característico campanario blanco emergiendo sobre las casas. Los tonos suaves y claros que predominan en la escena transmiten una atmósfera de serenidad, donde el cielo limpio y despejado da una sensación de amplitud y calma. En el primer plano, los árboles altos y delgados enmarcan el paisaje con sus ramas ligeramente agitadas, contrastando con la quietud del campo que se extiende más allá.
El campo, lleno de matices terrosos y verdes, se expande hasta llegar al pueblo, representado con un toque delicado, donde apenas se perciben algunos tejados y edificios. El uso de los colores es suave, pero al mismo tiempo rico en detalles, lo que ayuda a captar la profundidad del paisaje y la distancia entre el primer plano y el fondo. El pueblo parece estar bañado por una luz clara que refleja el día luminoso, mientras que los árboles y los arbustos cercanos al espectador presentan tonos más oscuros, resaltando la distancia y la transición entre el espacio rural y el núcleo habitado.
El cielo es amplio, dominado por tonos azulados y algunas pinceladas de nubes ligeras que aportan textura a la composición. Las formas de los árboles, con sus ramas extendidas y libres, junto a la inmensidad del cielo, dan una sensación de espacio abierto y libertad. Este contraste entre el primer plano más detallado y la simplicidad del fondo permite al espectador un recorrido visual desde los elementos cercanos hacia el horizonte lejano, creando una sensación de viaje y observación pausada.
En conjunto, el cuadro es un homenaje a la tranquilidad de la vida rural, capturando la armonía entre la naturaleza y la pequeña presencia humana en la distancia. Los árboles, el campo, y el pueblo lejano se funden en una composición equilibrada, donde los colores cálidos y los detalles delicados invitan al espectador a disfrutar de la belleza simple del paisaje.