Josep Palomer (XX) - La Fageda d'en Jordà

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Josep Palomer en la que se ve representado la famosa Fageda d'en Jordà en Olot. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 63x72x6 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 45x54 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Palomer.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro representa un paisaje de bosque en el que la ausencia de hojas en los árboles sugiere que estamos en plena estación invernal o en los primeros días de la primavera, cuando los árboles aún no han recuperado su follaje. El paisaje está compuesto principalmente por troncos delgados y altos que se alzan hacia el cielo, creando un entramado complejo de ramas desnudas que se entrelazan y cruzan entre sí.
El suelo del bosque está cubierto de una capa de hojas secas, que agrega un tono cálido y terroso a la composición, en contraste con los tonos más fríos de los troncos y el cielo. Este manto de hojas caídas parece crujir bajo los pies, añadiendo una dimensión sensorial al cuadro, casi se puede imaginar el sonido y el olor característicos de un bosque en esta época del año.
A través de los árboles, se vislumbra una sutil gradación de colores que sugiere la presencia de una colina o montaña en la distancia, envuelta en una ligera neblina que añade una atmósfera etérea y misteriosa. Los tonos de fondo, predominantemente azules y violetas, se mezclan suavemente, dando la sensación de profundidad y distancia.
La luz en la escena es suave, probablemente de un sol de invierno o de la mañana, que arroja sombras alargadas sobre el suelo y resalta algunos detalles de los troncos y las ramas. Esta luz tenue contribuye a la serenidad y tranquilidad que emana del cuadro, invitando al espectador a perderse en este rincón silencioso del bosque, donde el tiempo parece haberse detenido.
En conjunto, el cuadro capta una escena de naturaleza tranquila y casi melancólica, que invita a la contemplación y a la reflexión. El paisaje, aunque aparentemente simple, está cargado de una belleza sutil que reside en la interacción de la luz, el color y la composición. Este bosque, con su aire de serenidad y calma, transmite una sensación de paz interior y de conexión con la naturaleza en su estado más puro y elemental.