Enric Beltran Messa (1940-2006) - El pueblo

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Beltran Messa en la que se ve representado un precioso paisaje con animales. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.


· Las medidas de esta obra sin marco son: 59x91 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, Beltran Messa.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.


Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado y enviado a través de UPS con seguro y numero de seguimiento

Sobre la obra:
Este cuadro nos transporta a un paisaje rural, donde un pequeño pueblo se alza majestuoso en la cima de una colina, dominando el horizonte bajo un cielo vasto y despejado. Los edificios, con sus tejados rojos y paredes blancas, están rodeados de vegetación exuberante, lo que resalta la tranquilidad y el encanto del lugar. Las sombras suaves y los tonos cálidos del sol indican que es un día claro, posiblemente a mediados de la primavera o principios del verano.
En el primer plano, se extiende un camino de tierra que serpentea hacia el fondo, invitando al espectador a imaginar un paseo tranquilo hacia el pueblo. Los árboles y arbustos que flanquean el camino están representados con una paleta rica en verdes y marrones, con algunos toques de amarillo y naranja que sugieren la presencia de flores o las primeras señales del cambio de estación. La luz del sol baña el paisaje, creando un juego de luces y sombras que da profundidad y dinamismo a la escena.
La estructura del cuadro lleva la vista del espectador desde el camino en el primer plano, a través de la vegetación, hasta el pueblo en la cima de la colina, con la torre de la iglesia elevándose como punto focal. El cielo, amplio y lleno de nubes esponjosas, añade una sensación de espacio y libertad, acentuando la serenidad y belleza natural del entorno.
En conjunto, esta obra captura la esencia de la vida rural y la armonía entre la arquitectura humana y la naturaleza. El cuadro transmite una sensación de calma y paz, invitando al espectador a contemplar la belleza simple pero profunda de un pueblo tranquilo rodeado de naturaleza vibrante. La combinación de colores, luces y composición genera una escena que refleja la serenidad de un día soleado en el campo, un rincón idílico donde el tiempo parece detenerse para apreciar la conexión entre el hombre y su entorno.