Antonio Torregrosa (1908-2000) - Refugio en las montañas

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Antonio Torregrosa, que representa la armoniosa relación entre una antigua casa de campo y el entorno montañoso que la rodea, transmitiendo serenidad y conexión con la naturaleza. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.

· Dimensiones con marco: 74,5x84x5 cm.
· Dimensiones sin marco: 44x53 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior izquierda, A. Torregrosa.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.

Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.

El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX, utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
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Este cuadro presenta una escena rural tranquila y evocadora, donde una casa de campo se alza en el corazón de un paisaje montañoso. La estructura principal, con su techo de tejas ligeramente deteriorado por el paso del tiempo, se ubica en medio de la vegetación exuberante que la rodea. Las paredes claras de la casa contrastan con los tonos verdes oscuros de los árboles, que parecen protegerla de los elementos. Un camino de tierra serpentea desde el primer plano, guiando la vista del espectador hacia la entrada de la casa, y sugiriendo un sentido de bienvenida y calidez.
El fondo está dominado por montañas suaves que se extienden hacia el horizonte, destacando los tonos azulados y violáceos de las colinas que se disuelven en el cielo nublado. La interacción entre la luz y las sombras en las montañas da una sensación de profundidad, mientras que el cielo parcialmente cubierto insinúa un día templado, con nubes flotando suavemente por el paisaje. Los árboles y arbustos que enmarcan la casa añaden un toque de vida silvestre, creando un entorno en armonía con la naturaleza. Se puede percibir la serenidad y el aislamiento de este lugar, alejando cualquier rastro de modernidad o ruido urbano.
En el primer plano, pequeños detalles como las rocas dispersas y el césped vibrante enriquecen la escena, mientras que los matices de las plantas que rodean el sendero añaden textura y dinamismo a la composición. El conjunto emana una sensación de paz y simplicidad, capturando un momento de quietud en la vida cotidiana de una casa de campo.
En conjunto, la obra transmite una sensación de conexión con la naturaleza y de nostalgia por la vida rural. El paisaje, aunque sencillo, tiene una fuerza evocadora que invita al espectador a perderse en sus detalles y a imaginar la vida tranquila que se desarrolla en este rincón apartado del mundo.