Miquel Torner de Semir (1938) - La princesa

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Miquel Torner de Semir donde se ve representado una preciosa princesa. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco de papel son: 66x59x0,5 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 50x43 cm.
· Se trata de un óleo sobre papel firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Miquel Torner de Semir.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.
· Colección 2/2.

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta una figura femenina en el centro, con un rostro que expresa cierta melancolía o introspección. Sus grandes ojos oscuros parecen observar algo en la distancia, mientras que su postura, con una mano levantada hacia el rostro, refuerza esta sensación de recogimiento interior. Su cabello, que parece flotar alrededor de su cabeza, está compuesto por una combinación vibrante de colores, donde tonos intensos de rojo, azul y verde se entremezclan en formas abstractas, casi como si fueran extensiones de su pensamiento o estado emocional.
La piel de la figura tiene matices suaves que contrastan con los colores más vibrantes que la rodean, creando una sensación de contraste entre la tranquilidad de su semblante y la energía visual que la envuelve. Los tonos de su cuerpo están en constante transición, pasando de colores claros y cálidos a tonos más fríos y oscuros, lo que le otorga a la figura una dimensión cambiante, como si estuviera en constante evolución o movimiento. Los trazos dinámicos en su torso y brazo sugieren fuerza y delicadeza al mismo tiempo, dándole al personaje una presencia poderosa, pero etérea.
El fondo del cuadro también juega un papel importante en la composición. Los tonos apagados del fondo crean una atmósfera nebulosa y onírica, sobre la cual destacan las formas abstractas que giran alrededor de la figura. Hay un punto brillante en el lado superior derecho que podría interpretarse como una luna o una estrella, añadiendo una sensación de misticismo o surrealismo a la escena. Este detalle refuerza la idea de que la figura está inmersa en un mundo tanto físico como mental, un espacio de reflexión o sueño.
Los colores utilizados en el cuadro, aunque contrastantes, se fusionan de manera armónica, creando una sensación de unidad dentro de la diversidad cromática. Las pinceladas enérgicas y las manchas de color aportan una textura que da vida a la obra, sugiriendo un movimiento constante, como si los pensamientos de la figura fluyeran libremente por el espacio que la rodea.
En conjunto, este cuadro logra transmitir una profunda sensación de introspección y dinamismo. La figura femenina, con su expresión enigmática y los colores que la rodean, parece representar la complejidad de las emociones humanas, mezclando lo sereno con lo caótico, lo concreto con lo abstracto. La obra invita al espectador a perderse en las capas de color y significado, dejando espacio para múltiples interpretaciones y evocando una respuesta emocional única en cada observador.