Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela orientalista en la que se ve representado un precioso retrato de un desconocido. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. · Las medidas de esta obra con marco son: 60x50x2 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 38x28,5 cm. · Se trata de un óleo sobre tabla sin firmar. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro es un retrato de un hombre mayor, capturado con una expresión serena y sabia en su rostro. El personaje tiene una barba y bigote blancos y espesos, lo que sugiere una avanzada edad. Su cabello, también blanco, está cubierto parcialmente por un sombrero o turbante de tonos marrones y ocres, que se funden con los colores del fondo. El rostro del hombre está pintado con una gran riqueza de detalles y una amplia gama de colores. Se utilizan tonos cálidos como amarillos, ocres y marrones para dar vida a la piel, con sombras y luces que acentúan las arrugas y líneas de expresión, reflejando la experiencia y la vivencia del retratado. Los ojos, que miran directamente al espectador, están representados con una intensidad que transmite profundidad y humanidad. El fondo del cuadro es abstracto y está compuesto por pinceladas sueltas y texturizadas en tonos terrosos y cálidos, que complementan los colores utilizados en el rostro y el sombrero del hombre. Esta elección de fondo resalta aún más la figura central, haciendo que el espectador se concentre en los detalles faciales y la expresión del retratado. La técnica empleada en la obra muestra una ejecución hábil en el uso de las texturas y la mezcla de colores, lo que aporta una sensación de tridimensionalidad y realismo al retrato. A pesar de la abstracción en algunas partes del cuadro, la imagen del hombre es clara y detallada, logrando un equilibrio entre lo figurativo y lo expresivo. En conjunto, el cuadro transmite una sensación de sabiduría y serenidad, capturando la esencia de una persona que ha vivido muchas experiencias. La riqueza de colores y texturas añade una capa de complejidad y profundidad a la obra, invitando al espectador a contemplar cada detalle del retrato.