Llorenç Danés Batlle (1982) - Paisaje nevado hiperrealista

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Llorenç Danés en la que se ve representado un precioso paisaje nevado realista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 53x61x3 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 36,5x45 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Llorenç Danés.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro evoca una escena de invierno en un ambiente rural, en el que la nieve cubre por completo el paisaje, creando una atmósfera fría y serena. La composición central se enfoca en una casa de piedra de dos pisos, cuyas paredes y tejado están cubiertos por una capa de nieve. Desde la chimenea se observa una ligera columna de humo, sugiriendo calor en el interior del hogar, a pesar del clima invernal. A su lado, se alzan otras construcciones que probablemente sirvan como graneros o cobertizos, también con nieve acumulada en sus techos. El conjunto arquitectónico está rodeado de árboles desnudos, cuyas ramas delgadas y oscuras contrastan con el blanco dominante de la escena.
En la parte inferior del cuadro, un pastor guía a su rebaño de ovejas, que caminan en fila a través del espeso manto de nieve. Las huellas de las ovejas y del pastor se ven marcadas en la nieve, sugiriendo el paso reciente por el paisaje. El arroyo congelado que se encuentra a la izquierda de la escena refleja el frío y la quietud del invierno, mientras que una pila de paja cubierta de nieve a la derecha añade un detalle agrícola a la escena.
El cielo gris y nublado refuerza la sensación de un día invernal, cargado de silencio, donde solo se escucha el leve crujir de la nieve bajo los pasos del pastor y su rebaño. La falta de movimiento en las ramas de los árboles y la quietud en el entorno transmiten una sensación de calma y recogimiento. La sencillez de la vida rural en tiempos de invierno se manifiesta claramente en esta obra, donde el ciclo de la naturaleza y las labores del campo continúan a pesar del frío.
En conjunto, el cuadro transmite una atmósfera de paz y tranquilidad, donde la dureza del invierno se entrelaza con la rutina diaria de una vida dedicada al pastoreo y la supervivencia en un entorno natural. Los colores suaves y el juego de luces y sombras resaltan la belleza de un paisaje nevado, mientras que la figura solitaria del pastor y sus ovejas refuerzan el sentimiento de conexión con la naturaleza y el trabajo en comunidad.