Adrián Fernández Chaves, también conocido como "COBER", es un joven artista de tan solo 25 años, que ha logrado destacar en el mundo del arte urbano gracias a su habilidad para crear murales de gran escala que no solo embellecen las fachadas, sino que también cuentan historias que conectan profundamente con quienes las observan. Especializado en murales que van desde los 10 m² hasta impresionantes superficies de 500 m², Cober utiliza tanto spray como pintura plástica para dar vida a sus obras, adaptándose a cualquier tipo de entorno y superficie. Puede ver todas mis obras en Instagram en el siguiente enlace: https://www.instagram.com/cober1_?igsh=MW5ic3lkMjdjcnBoMA%3D%3D&utm_source=qr Desde una edad temprana, Adrián mostró un interés insaciable por el arte, lo que lo llevó a experimentar con diversas técnicas y estilos. Sin embargo, encontró su verdadera pasión en el arte pop, un estilo que le permite explorar y reinterpretar a su manera tanto el realismo como las ilustraciones de personajes conocidos. Cada personaje que retrata, ya sea una figura icónica o un animal, es elegido no solo por su relevancia cultural, sino porque le transmite algo especial, ya sea una emoción positiva que desea compartir o un sentimiento más oscuro que busca exponer. Sus obras son un reflejo de su mundo interior, donde la emoción y la percepción se encuentran en cada trazo de spray. Las miradas, tanto de personas como de animales, ocupan un lugar especial en su arte. Cober está convencido de que los ojos son el reflejo del alma, una creencia que impregna sus trabajos más introspectivos. Estas miradas penetrantes, capturadas con un asombroso realismo o con un toque pop que desafía las normas, logran detener al espectador y provocar una conexión inmediata. Para Cober, cada mirada que plasma es un diálogo silencioso entre su obra y quienes la contemplan. Además de su trabajo en grandes murales, Adrián también se dedica a la pintura en lienzos, cartón y cualquier otra superficie que despierte su interés. La versatilidad es una de sus principales virtudes, lo que le permite adaptarse a diferentes formatos y técnicas sin perder su esencia. Cada obra que firma con su nombre artístico, Cober, lleva consigo un fragmento de su alma, un testimonio de su juventud y su constante búsqueda de nuevas formas de expresión artística. La obra se entrega sin bastidor enrollada en un tubo. Las dimensiones de esta son una vez estirada y con el bastidor. Está firmada tanto por la parte delantera como por la parte trasera con fecha de finalización y certificado de autenticidad. Para la obra “Pompeya” he utilizado una técnica realista con spray sobre lienzo. Esta inspirada en un fragmento de la obra de Karl Briulov, “El último día de Pompeya”, en concreto en una mirada femenina que está viendo como la naturaleza es un enemigo invencible y arrasa con toda la ciudad italiana. Siempre he pensado que una mirada es lo más puro que hay, ya que es capaz de transmitir cualquier sentimiento, incluso de reflejar toda esta catástrofe.