Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela post impresionista catalana donde se ve representado un pueblo impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. · Las medidas de esta obra sin marco son: 26,5x34,5x0,2 cm. · Se trata de un óleo sobre tabla firmado y fechado por el pintor en el margen inferior izquierdo, irreconocible. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta una escena bucólica de un pueblo con un enfoque en la tranquilidad y simplicidad de la vida rural. En el centro de la composición, se eleva una iglesia con su campanario distintivo, cuyo color crema destaca suavemente contra el cielo claro y despejado. La iglesia, aunque no es el punto focal más cercano, atrae la atención del espectador debido a su ubicación central y su forma prominente en el horizonte. A la izquierda de la iglesia, se pueden ver varios árboles de gran tamaño, cuyas copas oscuras y frondosas contrastan con el fondo claro. Estos árboles añaden una sensación de profundidad y enmarcan la escena de manera natural. Un camino serpentea desde el primer plano hasta el fondo, guiando la mirada del espectador a través de la escena. Este camino está ligeramente desgastado y se bifurca hacia la iglesia y hacia otras partes del pueblo. En el primer plano del camino, hay dos figuras humanas. Una persona se encuentra caminando hacia el fondo, con una cesta en la mano, mientras que otra figura más distante parece dirigirse hacia la iglesia. Estas figuras, aunque pequeñas y con detalles mínimos, añaden una sensación de escala y actividad humana a la escena, sugiriendo una vida cotidiana tranquila y laboriosa. A la derecha del cuadro, una pendiente suave se eleva, con vegetación dispersa y árboles esporádicos, que añaden variación al terreno. El tratamiento del suelo y la vegetación utiliza una paleta de verdes, marrones y ocres, que se combinan para crear una sensación de naturalidad y realismo. El cielo está pintado con tonos suaves de azul y blanco, con pinceladas ligeras que sugieren un día despejado con luz difusa. Esta luz baña toda la escena, creando sombras suaves y resaltando los colores cálidos de los edificios y el paisaje. En conjunto, el cuadro transmite una sensación de paz y estabilidad, capturando un momento cotidiano en un pequeño pueblo rural. La composición equilibrada y el uso de colores naturales y suaves invitan al espectador a apreciar la simplicidad y belleza de la vida rural, enmarcada por la naturaleza y la arquitectura tradicional.