Caroline C. Burnett (1877-1950) - Une journée dans le quartier parisien

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Caroline Burnett en la que se ve representado una calle de París dirección al Arco de Triumfo. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 52x61x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 37x45 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Burnett.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta una encantadora escena urbana que evoca la vida en una ciudad europea, probablemente París, por la presencia de una arquitectura característica y la cúpula de una gran basílica en el fondo. En primer plano, varias figuras humanas deambulan tranquilamente por una plaza donde el pavimento parece estar húmedo, reflejando los colores de su entorno y dándole una atmósfera fresca y suave, quizás después de una ligera lluvia. Las personas, algunas caminando y otras en bicicleta, están vestidas de forma casual, lo que sugiere una vida cotidiana relajada y sin prisa en una ciudad animada.
A la derecha de la composición, destaca un edificio con toldos de rayas rojas y amarillas, que probablemente sea un café o una tienda, con su estructura de fachada estrecha y alta que se eleva hacia el cielo, captando la atención visual y añadiendo profundidad a la escena. Al pie de este edificio, un pequeño mercado de flores llena el espacio con colores vivos, especialmente los rojos y naranjas de los ramos expuestos en grandes macetas, lo que introduce una vibrante sensación de vida y naturaleza en el entorno urbano.
Los árboles verdes que enmarcan la escena aportan una atmósfera fresca y equilibrada, creando un contraste suave con la arquitectura de tonos grises y blancos de los edificios del fondo. El cielo está parcialmente cubierto por nubes, pero se vislumbra la claridad azul, lo que sugiere una jornada apacible y tranquila. Al fondo, una basílica con cúpulas blancas se impone sobre el paisaje, otorgando a la escena un carácter monumental y simbólico, como un recordatorio de la historia y la cultura de la ciudad.
La interacción entre los diferentes elementos urbanos —los edificios, los árboles, las personas y las flores— crea una imagen vibrante, que refleja la coexistencia de lo natural y lo artificial, de la vida tranquila y la majestuosidad histórica de la arquitectura. El uso de la perspectiva y los reflejos en el suelo aportan dinamismo y profundidad a la escena, invitando al espectador a recorrer visualmente cada rincón de la plaza.
En conjunto, este cuadro evoca un momento de calma en medio del bullicio urbano, donde las personas interactúan con su entorno de una manera armoniosa. Los colores vivos, la arquitectura clásica y los elementos cotidianos se combinan para transmitir una sensación de belleza serena, vida cotidiana y un sutil pero palpable sentido de historia y permanencia.