École Française (XX) - Reflets d'automne

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela francesa en la que se ve representado un precioso paisaje impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra sin marco son: 16x22x1 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, irreconocible.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro retrata un paisaje donde se destacan unos altos árboles, presumiblemente abedules, cuyas características cortezas blancas y oscuras resaltan de manera vibrante en un entorno mayormente bañado por tonos violetas y lavandas. Los troncos verticales de los árboles parecen romper la homogeneidad del fondo, añadiendo estructura y contraste visual. Las pinceladas muestran una textura rugosa y orgánica, lo que contribuye a dar vida a la naturaleza representada. A medida que la mirada recorre el cuadro, se percibe un suelo terroso, con una combinación de marrones, ocres y trazos de color más vivos, como verdes, amarillos y naranjas que sugieren la vegetación caída o en descomposición.
El fondo del cuadro se envuelve en una atmósfera nebulosa, donde el paisaje se difumina progresivamente. Árboles más lejanos, casi delineados por simples trazos, parecen desvanecerse en la bruma, creando una sensación de profundidad y serenidad. Los tonos fríos predominan en el cielo y en los planos distantes, mientras que los colores cálidos en el primer plano crean un balance cromático armonioso.
La elección de los colores transmite una sensación de tranquilidad y misterio, como si el espectador se encontrara en un bosque silencioso al amanecer o al atardecer, cuando la luz es tenue y el ambiente parece estar cargado de un aire melancólico. Los colores morados y violetas en el fondo contribuyen a generar esta atmósfera etérea, mientras que la vitalidad de los colores en la base de los troncos sugiere que, aunque el entorno pueda parecer adormecido, hay vida y dinamismo en la tierra misma.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de un paisaje natural en una estación de transición, posiblemente el otoño o el inicio de la primavera. La obra parece comunicar la quietud del bosque, interrumpida solo por los juegos de luz y sombra que reflejan el paso del tiempo. A través de su uso expresivo del color y la forma, el cuadro evoca una experiencia sensorial que va más allá de la mera observación, invitando al espectador a sumergirse en la calma y el misticismo del bosque.