Jordí Jové (1937) - Paisaje impresionista

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Jordí Jové en la que se ve representado un precioso paisaje impresionista. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra sin marco son: 65,5x81x2 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela con la firma del pintor en el margen inferior derecho, J. Jové.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro muestra un paisaje rural dominado por una imponente cadena montañosa en el fondo. Las montañas se elevan majestuosamente con tonos que varían desde el gris oscuro hasta el violeta suave, reflejando la luz del sol que parece estar descendiendo en el horizonte. Las sombras y luces en la superficie rocosa de las montañas sugieren una textura rugosa y accidentada, resaltando su carácter imponente y ancestral. Estas montañas parecen ser el guardián silencioso de la pequeña aldea que se extiende a sus pies.
En el primer plano, el cuadro presenta un campo extenso y bien iluminado por la luz cálida del sol. Este campo, con su mezcla de verdes vibrantes y amarillos dorados, muestra la riqueza y la fertilidad de la tierra cultivada, que probablemente es utilizada por los habitantes de la aldea para la agricultura. El camino de tierra que serpentea por el lado derecho del cuadro, cubierto de sombras suaves, guía la vista del espectador hacia las casas dispersas más adelante. Estas casas, de techos rojizos y paredes blancas, están agrupadas de manera que sugieren una comunidad unida que vive en armonía con el entorno natural que las rodea.
A la derecha del cuadro, dos árboles altos se alzan sobre el paisaje. El árbol más cercano al espectador, robusto y verde, está representado con un follaje denso y frondoso, que proyecta una sombra larga sobre el campo. Este elemento introduce una sensación de profundidad y dimensión en la obra, equilibrando la composición y proporcionando un punto de referencia visual. En el horizonte, las nubes están pintadas en tonos de blanco y gris, matizadas con pinceladas de amarillo y rosa que insinúan la luz del atardecer. Las nubes parecen estar en movimiento lento, añadiendo un elemento de dinamismo al cielo que contrasta con la serenidad de la tierra.
En conjunto, el cuadro captura una atmósfera de tranquilidad y equilibrio natural. La interacción armoniosa entre los elementos naturales y la presencia humana destaca la belleza del entorno rural, transmitiendo una sensación de paz y atemporalidad. La paleta de colores suaves pero variados, junto con la composición bien equilibrada, invita al espectador a perderse en la escena, disfrutando de la calma y la serenidad que emanan del paisaje.