Xavier Viñolas Pujol (1915-2002) - Los barcos varados

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de Xavier Viñolas donde se ve representado unos preciosos barcos varados. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 46x54x4 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 32x39 cm.
· Se trata de un óleo sobre tabla firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, Xavier Viñolas.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro nos transporta a una escena costera, donde la vida diaria de los pescadores se despliega en un pequeño puerto. A lo largo de la orilla, una serie de botes de diferentes colores y tamaños están alineados, algunos flotando suavemente en el agua y otros descansando sobre la arena. En primer plano, dos figuras humanas trabajan con dedicación en uno de los botes, posiblemente preparándolo para zarpar o realizando reparaciones. Sus posturas reflejan esfuerzo y concentración, destacando la laboriosidad que caracteriza la vida en este entorno marinero.
El agua del puerto es serena, con leves ondulaciones que capturan los reflejos de los barcos y del cielo. Hacia el fondo, el paisaje se desdibuja en tonos suaves, con montañas y construcciones que se mezclan en la distancia, sugiriendo un horizonte que se funde con el cielo. Otros barcos, algunos con velas izadas, se pueden ver en el agua más alejada, contribuyendo a la sensación de un puerto activo y en constante movimiento.
Los colores del cuadro son vibrantes pero naturales, con una paleta que evoca la frescura del ambiente marino. Los tonos azules y verdes del agua contrastan con los colores más cálidos de la arena y de los barcos, creando una armonía visual que refuerza la tranquilidad y el dinamismo de la escena. El uso de la luz es sutil, resaltando los detalles sin perder la sensación general de un día tranquilo y templado en la costa.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de la vida cotidiana en un puerto de pescadores, donde la labor humana se entrelaza con la belleza natural del entorno. La obra no solo transmite el arduo trabajo de los habitantes, sino también la paz y la simplicidad de su estilo de vida. Es una ventana a un momento específico en el tiempo, lleno de actividad pero al mismo tiempo inmerso en una atmósfera de serenidad y conexión con el mar.