Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a la escuela flamenca, que representa la vida cotidiana en un pueblo rural, destacando la interacción entre sus habitantes, las tareas diarias y la simplicidad de una comunidad unida. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite. · Dimensiones sin marco: 64,5x48,5x2 cm. · Óleo sobre tela del siglo XVII. · La pieza se encuentra en estado aceptable de conservación, los bordes están muy desgastados por el tiempo. Hay algunas faltas de pintura, se pueden ver en las fotografías. La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona. Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote. El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte. El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro transporta al espectador a una escena de la vida cotidiana en un pequeño pueblo o aldea, probablemente europeo, en un ambiente invernal o de estación fría. Las edificaciones destacan como el elemento principal de la composición, con sus formas robustas y sus tejados inclinados, que parecen proteger a los habitantes del clima. Las casas de piedra o madera tienen un carácter rústico y antiguo, sugiriendo una época pasada en la que la comunidad era el núcleo de la vida diaria. En el primer plano, grupos de personas están distribuidos en diferentes actividades que representan la cotidianidad: conversaciones, trabajos manuales o simples momentos de ocio. Los trajes de los aldeanos reflejan la moda campesina de siglos anteriores, con capas, sombreros y vestidos modestos pero funcionales. Hay una sensación de dinamismo en los gestos de los personajes, como el niño que juega cerca de la tierra, el hombre que carga un saco o el grupo que dialoga animadamente en el centro. En el fondo, se puede apreciar más actividad, como personas cuidando de caballos o interactuando cerca de otras construcciones. Todo ello otorga al cuadro una narrativa implícita que permite al espectador imaginarse la vida diaria de esta comunidad. El cielo gris y los árboles desnudos sugieren un ambiente frío o invernal, lo que contribuye al ambiente introspectivo y melancólico. Sin embargo, la calidez de los tonos de las casas y los rostros de las personas contrastan con este clima, creando un equilibrio entre el frío exterior y la calidez humana. En conjunto, este cuadro es un homenaje a la vida rural y a la comunidad como núcleo de interacción. La riqueza en detalles invita al espectador a explorar cada rincón de la escena, observando cómo las acciones individuales forman parte de un todo armónico. Este enfoque sobre la cotidianidad y la conexión humana resalta la belleza en lo ordinario y celebra la simplicidad de la vida en comunidad.