Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la famosa pintora Lia Kaufman en la que se ve representado una dama abstracta. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy destacada del pintor. · Las medidas de esta obra con marco son: 68,5x59,5x3 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 54,5x45,5 cm. · Se trata de una técnica mixta firmado por la pintora en el margen inferior izquierdo, Lia Kaufman. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro presenta una figura femenina de aspecto etéreo y casi celestial, con una apariencia que combina elementos humanos con un toque de abstracción futurista. El rostro de la figura destaca por sus ojos grandes y almendrados, de un azul profundo que parece conectar con el cielo o el mar en un nivel simbólico. Las mejillas están suavemente rosadas, creando un contraste con el tono claro y casi translúcido del resto del rostro. Las formas onduladas y fluidas que conforman su cabello y parte del cuerpo sugieren movimiento, como si la figura estuviera en constante transformación o fluyendo con su entorno. Este cabello, que parece estar hecho de nubes o vapor, le da un aire místico y sobrenatural. La figura parece estar envuelta en un manto o túnica geométrica que no sigue las reglas tradicionales de la vestimenta, sino que está formada por una especie de mapa o plano técnico, lleno de líneas, curvas y pequeñas inscripciones numéricas. Esto añade un toque de precisión matemática al conjunto, evocando una fusión entre lo humano, lo natural y lo técnico. La fusión de estos elementos puede interpretarse como una metáfora visual de la integración del conocimiento racional con el misterio y la emoción humana. En la parte superior izquierda del cuadro, un círculo de color azul claro, que podría representar el cielo, el sol o quizás una visión abstracta del cosmos, se sitúa en una aparente relación visual con la figura. El degradado suave del azul profundo hacia un tono más claro sugiere calma y amplitud, aportando una sensación de espacio y serenidad a la obra. En conjunto, este cuadro genera una reflexión sobre la interacción entre lo orgánico y lo mecánico, lo humano y lo cósmico. Los elementos geométricos, mezclados con las formas fluidas de la figura, ofrecen un diálogo visual entre la naturaleza del ser y los avances técnicos o científicos. El resultado es una imagen que, aunque enigmática, logra capturar la atención del espectador, invitándolo a interpretar el significado detrás de sus detalles cuidadosamente estructurados.