Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Enrique Koskaya en la que se ve representado un precioso pueblo impresionista. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor. · Las medidas de esta obra con marco son: 59,5x70x4 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 48,5x59 cm. · Se trata de un óleo sobre tela firmado por el pintor en el margen inferior izquierdo, Koskaya. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco dorado (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro de Enrique Koskaya presenta una escena serena y pintoresca de una antigua construcción rústica rodeada de exuberante vegetación. La composición se centra en una serie de edificaciones de piedra, destacándose un arco prominente en el centro, con una puerta de madera desgastada que invita a imaginar la historia y las vidas pasadas en este lugar. El muro de piedra, con sus tonos cálidos de marrones y ocres, muestra la textura rugosa y el carácter de una estructura que ha soportado el paso del tiempo. Las piedras están dispuestas de manera irregular, creando un patrón natural y orgánico que añade autenticidad a la escena. Sobre el muro, se alzan las edificaciones con techos de tejas rojas que contrastan sutilmente con el azul claro del cielo. Detrás de la estructura principal, se vislumbran otras construcciones que parecen formar parte de un pequeño complejo o una antigua aldea. Los techos inclinados y las ventanas pequeñas sugieren un estilo arquitectónico tradicional, mientras que las sombras proyectadas por el sol indican una iluminación suave, probablemente al final de la tarde. La vegetación que rodea la edificación es densa y variada, con una mezcla de arbustos y árboles que aportan diferentes tonos de verde al paisaje. Las plantas crecen de manera desordenada, insinuando un entorno natural que ha crecido libremente, en armonía con las estructuras humanas. En la parte inferior del cuadro, las plantas y arbustos se entrelazan, creando una base rica en texturas y colores que contrasta con las superficies de piedra. El cielo despejado, con pocas nubes esparcidas, añade una sensación de tranquilidad y vastedad a la escena. Los tonos suaves del cielo reflejan una luz cálida que baña todo el paisaje, resaltando los detalles y acentuando las sombras. Enrique Koskaya ha logrado capturar una atmósfera de quietud y nostalgia en este cuadro. La elección de colores y la atención al detalle en las texturas de la piedra y la vegetación muestran su habilidad para representar la belleza en lo cotidiano. Cada elemento de la pintura, desde las edificaciones hasta las plantas, parece estar cuidadosamente elegido y colocado para crear una composición equilibrada y armoniosa. En conjunto, este cuadro es una celebración de la vida rural y el paso del tiempo, capturando la esencia de un lugar que, aunque antiguo, sigue vibrante y lleno de historia. La obra de Koskaya transmite una sensación de paz y un profundo respeto por la simplicidad y la belleza natural de su entorno.