Ramon Pichot Soler (1924-1996) - Retrato a un desconocido

Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de Ramon Pichot en la que se ve representado un precioso retrato a un desconocido. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 84x70,5x5 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 71x58,5 cm.
· Se trata de un óleo firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, R. Pichot.
· Esta pieza se encuentra en excelente estado.

La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro muestra a un hombre mayor, de semblante serio y elegante, sentado con las manos cruzadas sobre una mesa. El fondo oscuro destaca su figura, iluminando con suavidad su rostro y parte superior del cuerpo. El hombre luce un traje marrón claro, con una camisa azul y una corbata de patrones geométricos en tonos azules, a juego con el pañuelo cuidadosamente doblado en el bolsillo de su chaqueta.
Su cabello, peinado hacia atrás, es de un tono gris plateado que sugiere su avanzada edad. Sus cejas delgadas y ojos claros, ligeramente entrecerrados, le dan una expresión de profunda contemplación y serenidad. La piel del rostro es suave, con arrugas apenas perceptibles que revelan el paso del tiempo. La nariz es recta y prominente, mientras que los labios, finos y cerrados, complementan su expresión reservada.
La postura del hombre es erguida, denotando dignidad y presencia. Los detalles de sus manos, con venas ligeramente marcadas y dedos largos, añaden un toque de realismo al retrato. La iluminación parece provenir de un punto ligeramente superior, creando sombras suaves que acentúan las líneas de su rostro y la textura de su ropa.
El fondo oscuro y liso contrasta con la figura del hombre, haciendo que él sea el punto focal del cuadro. No hay elementos adicionales que distraigan la atención del espectador, lo que permite una apreciación completa de la expresión y la vestimenta del sujeto.
En conjunto, este retrato transmite una sensación de respeto y admiración hacia el hombre representado, destacando su personalidad y su elegancia. El artista ha logrado capturar no solo la apariencia física, sino también una impresión del carácter del hombre, haciendo de este retrato una pieza poderosa y evocadora.