Nuria Gussinyer (1969) - Paisaje de otoño

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Nuria Gussinyer, que representa un paisaje bañado por la luz del atardecer, donde los colores cálidos y la vegetación se fusionan en un momento de serenidad y belleza natural. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.

· Dimensiones con marco: 33,5x48x2 cm.
· Dimensiones sin marco: 30,5x45 cm.
· Acuarela firmada a mano por el artista en la parte inferior derecha, Nuri Gussinyer.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco con vidrio protector (incluido en la subasta como regalo).

La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.

Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.

El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
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Este cuadro nos transporta a un paisaje cálido y envolvente, donde predominan los tonos anaranjados, ocres y rosados, que crean una atmósfera vibrante. La escena está dominada por la naturaleza, con una mezcla de árboles y vegetación que se extienden a lo largo de un terreno bañado por la luz del sol. Los colores intensos y variados del follaje dan la sensación de un atardecer, en el que el cielo refleja una luz suave y difusa que envuelve todo el paisaje. Las formas, aunque difusas en algunos puntos, están delineadas de manera fluida, capturando la esencia de un entorno natural en constante movimiento.
En el centro de la composición, un gran árbol se erige con firmeza, sus ramas y hojas parecen brillar bajo los últimos rayos del sol. A su alrededor, la vegetación parece fusionarse, creando un conjunto armonioso de formas y colores que dotan al paisaje de profundidad y dinamismo. Pequeños reflejos de luz en el suelo sugieren la presencia de agua, quizá un pequeño arroyo o estanque que añade frescura a la calidez de la paleta de colores. Todo el conjunto transmite una sensación de serenidad, de conexión con la naturaleza en su estado más puro.
Las pinceladas en el cuadro, aunque sueltas y gestuales, logran captar la textura y densidad del paisaje, invitando al espectador a contemplar la escena con calma. La luz parece ser la protagonista principal, inundando cada rincón del paisaje y creando contrastes suaves entre las áreas iluminadas y las sombras. Este paisaje evoca una tarde tranquila, quizá en el final del verano o el comienzo del otoño, donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza cobra un protagonismo absoluto.
En conjunto, el cuadro refleja la calma y la belleza de un momento natural efímero, capturando la esencia de un paisaje que, aunque lleno de vida, transmite una sensación de quietud y paz. Los colores cálidos invitan al espectador a sumergirse en el paisaje y perderse en los detalles sutiles de la vegetación y la luz cambiante.