École Catalane (XX) - La Fageda d'en Jordà

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte de escuela catalana donde se ve representado un precioso paisaje boscoso, concretamente la Fageda d'en Jordà. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy exclusiva del pintor.

· Las medidas de esta obra con marco son: 69,5x81x5 cm.
· Las medidas de esta obra sin marco son: 49x60 cm.
· Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior derecho, irreconocible.
· Esta pieza se encuentra en buen estado, presenta algunas faltas de pintura.

Procede de una colección privada de Girona.

El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo.

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Este cuadro presenta un camino boscoso en medio del otoño, donde las hojas de los árboles caen suavemente, creando un manto dorado en el suelo. El sendero serpentea hacia el fondo, invitando al espectador a adentrarse en el paisaje. Los troncos de los árboles, altos y rectos, marcan el camino a ambos lados, destacando por sus tonos marrones y grises, mientras que el follaje amarillo y anaranjado inunda la parte superior del cuadro. Las hojas parecen brillar bajo la luz del sol, que filtra entre las ramas, bañando el paisaje con una luminosidad cálida y suave.
El contraste entre las sombras en el suelo y los puntos de luz dorada que se reflejan en el sendero crea una sensación de profundidad y movimiento. Las pinceladas rápidas y enérgicas añaden textura a la obra, especialmente en las hojas y los troncos, haciendo que el bosque parezca vivo, como si el viento estuviera agitando las ramas y esparciendo las hojas caídas por el suelo. Además, el uso de colores cálidos, como los amarillos y naranjas, en combinación con los tonos fríos de las sombras, ofrece un equilibrio visual que captura la belleza de la naturaleza en transición.
El juego de luces y sombras en el cuadro da una sensación de paz y serenidad, como si el espectador pudiera escuchar el crujido de las hojas bajo los pies mientras pasea por el bosque. Las rocas dispersas a lo largo del sendero añaden un detalle natural y realista, recordando que el bosque es tanto un lugar de belleza como de rusticidad. El cuadro transmite una sensación de calma otoñal, ese momento en el que el tiempo parece detenerse y todo lo que importa es el paisaje que nos rodea.
En conjunto, esta obra destaca por su capacidad de capturar la atmósfera mágica de un bosque otoñal. La mezcla de colores, texturas y la interacción entre la luz y las sombras contribuyen a crear una escena que invita a la contemplación y a la conexión con la naturaleza. Es un cuadro que transmite la calidez y el encanto de una estación que, aunque efímera, deja una huella profunda en el paisaje y en quienes la observan.